27/12/07 sesión golfa por Iván Trash  

Iván Trash nos va a comentar regularmete sobre los próximos estrenos de cine.

 

American gangster

Puntuación: 3 estrellas

American gangsterNada tiene que ver el actual Ridley Scott con aquel onírico autor que nos cautivó a finales de los 70 por su magistral utilización de la fotografía, color y la ambientación de un cine que rezumaba lirismo y sobriedad, emoción y gravedad a partes iguales. Ahí quedan para el recuerdo obras como la embelesadora Los duelistas, la arriesgada y gótica Alien, el octavo pasajero y su obra maestra, el poema fantástico Blade runner, que marcó el inicio de una nueva etapa dentro del género de ciencia-ficción por su visionaria percepción de la sociedad futura.
Atrás quedan esos tiempos y más cercanos los de ese otro Scott sublimado a la industria, a la ausencia de riesgo, a los diálogos planos y el producto comercial de fácil digestión. Es difícil de entender que el autor de Blade Runner haya manchado su trayectoria con subproductos como El reino de los cielos, Un buen año o Los impostores. Aunque sea un intento más que aceptable, Scott no logra del todo que en American gangster olvidemos el mal sabor de boca que nos dejó Un buen año, su fría comedia de amor y vino.
El británico, que firma su segunda incursión en el mundo de la mafia tras la decepcionante Black rain, ha sido la pieza final de un rompecabezas que durante tres años sufrió numerosos parones y alteraciones, dudas y cambios en el reparto final y hasta la marcha del que iba a ser su director, Antoine Fuqua (Training Day).
La cinta se basa en una historia real, la ascensión y caída de Frank Lucas, un hombre de color de orígenes humildes que logra erigirse con el liderazgo social de Harlem aparentando ser un tipo de inmaculada vida familiar y generosidad sin límites. Bajo esta fachada se esconde un frío y calculador traficante de heroína, droga que importa desde Vietnam burlando a las autoridades. También se narra la historia de su mayor perseguidor, el incorruptible policía Richie Roberts (Russell Crowe), que intenta dar caza a Lucas sorteando la corrupción generalizada del cuerpo policial y su disoluta vida personal.
Scott se acerca con milimétrica precisión a estos dos mundos en permanente conflicto, confrontando con un habilidoso montaje las luces y sombras de los dos antagonistas. Todo ello para tejer una taimada reflexión sobre la violencia callejera, la corrupción total de la sociedad y la olvidada ética. Estamos ante dos tipos hechos a sí mismos que conservan un riguroso código moral que cumplen a rajatabla, lo que les convierte en seres extremadamente solitarios y desconfiados.
Y he aquí el principal problema de American gangster: Ese obsesivo subrayado de la psicología de los personajes no se traduce en profundidad narrativa. Prima el espectáculo, lo visual, lo forzado, sobre unos personajes retratados de forma bastante desangelada. Es la trampa urdida en esta historia resultona y entretenida, enrocada y distante, por un director necesitado de volver a gustar y gustarse.

Lo mejor: La arrolladora banda sonora y la interpretación de Denzel Washington.
Lo peor: A estas alturas a Ridley Scott hay que exigirle mucho más.



Soy Leyenda

Puntuación: 2 estrellas

Soy LeyendaSi hay algo que fascina a Hollywood es fardar una y otra vez del enorme potencial que la tecnología moderna confiere a la estética narrativa de sus películas. Un alarde que luce más cuando el film en cuestión es un remake de un trabajo anterior, ya que permite establecer comparaciones cualitativas.
En el caso de Soy Leyenda todo se orienta a ese fin, deslumbrando al espectador con imágenes de un Nueva York desértico en el que las fieras salvajes campan a sus anchas entre edificios semiderruidos y coches abandonados.
Efectiva y efectista postal alejada del más escueto resultado visual de las dos anteriores adaptaciones de la novela gráfica de Richard Matheson: El último hombre en la Tierra protagonizada por Vincent Price y El último hombre vivo con Charlton Heston.
En clave de thriller de ciencia-ficción, Soy Leyenda es la historia del único superviviente de un apocalipsis mundial provocado por un virus que convierte en vampiros a quienes resultan infectados.
No contento con haber salvado ya el mundo en tres ocasiones (Yo, robot, Independance Day y Men in Black), Will Smith lo intenta de nuevo bajo la batuta de Francis Lawrence, director de la ramplona Constantine. Lawrence plasma esta parábola épica sobre el individualismo, la soledad y la esperanza con un abánico de recursos dramáticos reducido.
El espectador que acuda al cine esperando una cinta de trepidante acción, vertiginosas persecuciones y demás piruetas de su protagonista saldrá profundamente decepcionado ya que espectáculo pirotécnico se concentra sólo en tres escenas de acción.
La cinta se estructura en torno a una primera hora en la que Smith -contenido en su interpretación- da vida a Robert Neville, un médico militar al que sólo replican los ladridos de un perro. No en vano, se intercalan varios ‘flashback’ para aligerar el monólogo.
La trama se enreda lo justo en las investigaciones científicas de Neville para encontrar una vacuna del virus (sin ofrecer excesivas explicaciones técnicas) y se embrolla algo más en las repetitivas escenas cotidianas del protagonista qu restan acción a un trhiller de acción. El problema aumenta en su última media hora, en la que el filme se apaga lentamente sumido en una evidente previsibilidad y ciertas dosis de ñoñería que no venían a cuento.

Lo mejor: Las escenas de ese Nueva York desértico y selvático.
Lo peor: Poquita acción y los monstruitos parecen de videojuego barato.



Irina Palm

Puntuación: 4 estrellas

Irina PalmQuien durante dos décadas fuera musa del rock, novia de Mick Jagger en los 60 y autora de varias canciones de éxito (como This Little Bird o Summer Night) ha enmudecido en los últimos años a causa de sus problemas con las drogas, los vaivenes de una  irregular carrera artística y un cáncer felizmente superado que la mantuvo alejada de los focos en los últimos tiempos.
Pero como hasta el rabo todo es toro, Marianne Faithfull se ha empeñado en demostrarnos que es una artista innata. Con una sorprendente solidez interpretativa para alguien que nunca ha estudiado arte dramático, la refinada británica ha encarado su etapa de madurez regalándonos personajes memorables como la reina austríaca María Teresa en la Maria Antonieta de Sofia Coppola o en esta ocasión a Maggie, una ‘superabuela’ capaz de cualquier cosa con tal de salvar a su nieto de la enfermedad mortal que le aqueja.
Irina Palm no es otra cosa que el nombre artístico que Maggie recibe en un sex-shop del Soho londinense donde se dedica a masturbar a través de un ‘glory hole’ a hombres necesitados de un ‘relax’ vespertino. Con tan discreto proceder, sólo pretende ganar dinero urgente para pagar el costoso tratamiento de su nieto, cuya enfermedad mortal sólo tiene cura en un hospital de Australia. Y claro, a sus años ningún banco le concede prestamo, ni empresa alguna está dispuesta a contratarla.
En tono de tragicomedia romántica, Irina Palm mezcla con desenvoltura y precisión el drama social británico con la irrevencia, la soledad y el análisis femenino del primer Almodóvar. Faithfull dota de ternura, delicadeza, sobriedad y pudor a un personaje que debe superar sus propios prejuicios y miedos para luchar contra las convenciones sociales de la Gran Bretaña rancia y conservadora.
La crítica social y el vitalismo de esta abuela se explican en altas dosis de comedia. Si tenemos en cuenta que Marianne Faithfull fue la primera actriz que pronunció la palabra ‘fuck’ en el cine, la escena más hilarante es precisamente aquella en la que Irina Palm es incapaz de repetir esas mismas cuatro letras.
En su segundo film como director, el alemán Sam Garbaski ha logrado una comedia original, tierna, mordaz, amarga, emotiva. Y Faithfull borda un personaje memorable digno de pasar a la historia como uno de los mejores hallazgos contemporáneos del cine europeo. Háganse un favor y vayan a verla.

Lo mejor: La dicotomía, eficazmente narrada, entre la cotidianeidad de la abuela y su quehacer oculto.
Lo peor: ¿Por qué su hijo y nuera son tan incapaces de salvar a su hijo como lo hace Maggie?


Lejos de ella

Puntuación: 3 estrellas

Lejos de ellaHasta ahora a Sarah Polley la conocíamos por su prolífica carrera en el cine independiente y, sobre todo, por ser la actriz fetiche de Isabel Coixet. Lo que ha sorprendido bastante más es su soltura, madurez y claridad expositiva en su debut como directora en Lejos de ella.
En este hondo y crepuscular drama sentimental, Polley reflexiona sobre la mutabilidad de los sentimientos, la fragilidad de la memoria y la obligatoriedad de ser felices. Para ello retrata el trágico vuelco que sufre una pareja de mayores, Grant y Fiona, cuyas vidas están a punto de cambiar irreversiblemente cuando a Fiona se le detecta un incipiente alzheimer.
Fiona ingresa voluntariamente en una clínica especializada en esta enfermedad, una de cuyas normas es que su pareja no podrá visitarla en los siguientes 30 días. Tras este angustioso mes, Grant realiza su primera visita a la clínica y descubre que su mujer apenas le recuerda y ya sólo presta atención a un antiguo amigo que dice conocer. La autodestrucción, la soledad, el miedo y la muerte comienzan a reflejarse en los rostros de los cuatro personajes centrales.
Polley adapta un relato de la prestigiosa autora Alice Munro. La autora confiere a todo el film un tono de profunda melancolía y construye metáforas de un lirismo arrebatador siempre sin caer en el sentimentalismo barato, principal riesgo en una historia de tantas aristas emocionales y que puede causar cierto rechazo en el espectador por el espinoso tema que toca y su descarnada narración.
Se nota que Sarah Polley ha visto mucho cine, en especial el de Ingmar Bergman, autor de quien toma su deliberado tono pausado, la contraposición de dos actores en escena, sus densísimas atmósferas, su evocador lirismo, los planos profundos y limpios y su sobria dirección de actores.
Aunque Olimpia Dukakis, Grant Anderson y Gordon Pinsent realizan un sobrecogedor trabajo, la Fiona que interpreta Julie Christie está de Oscar. A sus 66 años, la joven que un día engatusara al doctor Zhivago se transfigura en una angelical, tierna, firme pero inestable mujer. Una actriz que con un mínimo abanico de gestos está grandiosa en la primera parte del film, pero imponente y magistral en la destrucción de su personaje durante la segunda parte.

Lo mejor: La sobriedad y contención a la hora de plantearnos una enfermedad tan terrible como el alzheimer.
Lo peor: Corre el peligro de pasar desapercibida por su estreno en estas fechas.



El espía

Puntuación: 2 estrellas

El espíaDebemos agradecer a los maestros del marketing cinematográfico que el thriller Breach (‘la brecha’) haya llegado a España bajo el impersonal, esquivo y poco seductor título de El espía. Una película tras la que se esconde la historia real de Robert Hanssen, un agente del FBI que durante más de 20 años estuvo vendiendo secretos de espionaje al KGB ruso. El suyo está considerado como el más grave caso de espionaje en la historia de Estados Unidos.
Pero que nadie acuda al cine esperando contemplar acción frenética, cámaras mareantes y persecuciones por medio mundo al estilo Bourne. El espía recupera deliberadamente el estilo narrativo clásico de los 50 y 60, la época en la que Estados Unidos veía fantasmas rojos por todas partes.
Su director, Billy Ray, utiliza para ello largos planos, frialdad expositiva, lejanía emocional, investigación psicológica y densos diálogos, quizá demasiado. El guión se estructura en torno al tour de force que se establece entre el agente de doble vida de vuelta de todo y su joven ayudante, a quien se le ha encargado la peligrosa misión de desenmascarar al letal traidor.
Al tratarse de una producción modesta, los protagonistas son interpretados por grandes actores secundarios. En el papel de Hanssen, destaca el incomensurable trabajo dramático de Chris Cooper (el conservador vecino de American Beauty). Junto a él, la siempre estupenda Laura Linney (en cartelera con Diario de un niñera) o Dennis Haisbert (el presidente Palmer de 24). El papel protagonista del secretario de Hanssen es interpretado por un hierático Ryan Philippe (Studio 54, Banderas de nuestros padres), un joven actor con la suficiente experiencia como para esperar de él mucho más que un bonito rostro en pantalla.
El espía es un thriller interesante, aunque adolezca de alguna caída de ritmo. Eso sí, hay que permanecer muy atento a los detalles narrativos, claves para entender la acción de un espía del que, por cierto, nunca se nos enseña su ‘modus operandi’ a la hora de facilitar secretos a los agentes rusos.

Lo mejor: El brillante trabajo de Chris Cooper en la piel del torturado y egocéntrico doble agente.
Lo peor: El aroma a ‘añejo’ de este film no gustará a muchos paladares.


El caso Litvinenko

Puntuación: 2,5

El caso LitvinenkoSi hay una portada que los lectores de Time aguardan con ardiente impaciencia por estas fechas es la que el semanario dedica al hombre o mujer del año. La sorpresa ha sido mayúscula al anunciarse que el merecedor de tal honor en 2007 era Vladimir Putin “por su liderazgo a la hora de imponer estabilidad en Rusia”.
No hay lugar a dudas. El presidente ruso, orgulloso poseedor de un ‘atlético’ torso, merece tal honor en un año en el que su gobierno fue noticia por la represión y encarcelamiento de sus rivales políticos como el ex ajedrecista Kasparov, el asesinato de periodistas independientes como Anna Politkovskaya, las sospechas de fraude electoral en las elecciones a la Duma, el escándalo de la petrolera Yukos y, sobre todo, por su nulo empeño en investigar el asesinato del ex espía Alexander Litvinenko, que durante años le sacó los colores en televisión a un Putin capaz de encontrar atajos constitucionales para perpetuarse en el poder en las próximas elecciones.
Quiere la casualidad que mientras Time hagiografía al líder ruso, la voz de Litvinenko vuelva a escucharse en el escalofriante documental que ha dirigido Andrei Nekrasov. Aupado a las portadas de los principales diarios, a todos nos impactó el momificado rostro, hundido en ojeras, aterradoramente escuálido, despojado ya de vida, de un Litvinenko moribundo en un hospital británico tras ser envenenado con Polonio 210.
Lo que entonces muchos desconocíamos es que el ex agente secreto llevaba muchos años denunciando las oscuras sombras, los escalofriantes secretos y la represión salvaje que Putin y sus esbirros ordenan desde el Kremlin cuando alguien les lleva la contraria.
Los testimonios que se recogen del propio Litvinenko y de otros opositores al régimen son estremecedores: atentados cometidos por los servicios secretos para iniciar guerras, entramados empresariales para obtener beneficios millonarios a costa del hambre de la población, incremento del fascimo ultranacionalista (¡rusos realizando el saludo fascista!), corrupción de un sistema judicial al servicio de los gobernantes, estado policial donde los servicios secretos manejan los hilos del poder, control absoluto de los medios de comunicación... Y encima el presunto verdugo del ex espía ofrece té (¿con Polonio?) al director del documental en una escena memorable.
Nekrasov ha recopilado intervenciones televisivas, entrevistas que realizó al propio Litvinenko, testimonios de opositores, declaraciones gubernamentales y ha montado a toda prisa para su estreno en Cannes un documental aterrador en su fondo pero imperfecto en su forma, minucioso en la suministración de datos pero inabarcable para quien no esté familiarizado en la política rusa. Un largo y exhausto epitafio para que la voz de Litvinenko retumbe de por vida en los oídos de Putin pero frente al que el espectador medio puede sentirse algo perdido y confuso.

Lo mejor: La breve pero esclarecedora intervención de Anna Politkovskaya.
Lo peor: Excesos como retratar a Litvinenko como un mártir moderno que buscaba el entendimiento de la Humanidad.



Lo mejor y lo peor de 2007

 

Las 10 mejores películas de 2007
Imprescindibles en la videoteca

  1. Cartas desde Iwo Jima
  2. La vida de los otros
  3. Ratatouille
  4. Persépolis
  5. Deseo, peligro
  6. Planet Terror
  7. Hairspray
  8. Diario de un escándalo
  9. Juegos secretos
  10. Promesas del Este

 

Las 10 peores películas internacionales de 2007
Huye de ellas como de la peste

  1. Os declaro marido y marido
  2. Apocalypto
  3. Breaking and entering
  4. Epic Movie
  5. El motorista fantasma
  6. Next
  7. Sigo como Dios
  8. Black Snake Moan
  9. ¡Maderos 091!
  10. Supersalidos

 

Las 10 mejores películas españolas de 2007
En España se hace muy buen cine (aunque algunos no lo crean)

  1. La soledad
  2. La caja
  3. REC
  4. Yo
  5. La Zona
  6. El orfanato
  7. Concursante
  8. Las 13 Rosas
  9. La torre de Suso
  10. Ladrones

 

Las 10 peores películas españolas de 2007
Pero  cuando se hace malo, se hace muy malo

  1. Moscow Zero
  2. Miguel y William
  3. O. F. N. I.
  4. El equipo Ja
  5. Caótica Ana
  6. Canciones de amor en Lolita’s Club
  7. I love Miami
  8. Salir pitando
  9. El club de los suicidas
  10. Días de cine

 

10 grandes sorpresas de 2007
Diez joyas de su padre y su madre que si no viste deberías recuperar en DVD

  1. Después de la boda
  2. Once
  3. Shortbus
  4. Tristram Shandy. A bull and a cock story.
  5. Irina Palm
  6. El violín
  7. Red road
  8. Qué tan lejos
  9. María Antonieta
  10. El jefe de todo esto

 

10 sonados descalabros de 2007
Pocas como ellas acumularon malas críticas, fría promoción y pésima taquilla

  1. Inland Empire
  2. Ciudad del silencio
  3. El buen alemán
  4. Sunshine
  5. La fuente de la vida
  6. El guía del desfiladero
  7. Los seis signos de la luz
  8. Número 23
  9. Disturbia
  10. Invasion

 

Llenaron pero no lo merecieron

“El marketing es un arma muy poderosa” (no lo dijo Jack Warner, pero como si lo hubiera hecho)

 

  1. Noche en el museo
  2. Cerdos salvajes
  3. Las vacaciones de Mr. Bean
  4. Piratas del Caribe 3
  5. La brújula dorada
  6. Transformers
  7. Los 4 fantásticos y Silver Surfer
  8. La jungla de cristal 4
  9. Ocean’s Thirteen
  10. Harry Potter y la Orden del Fénix

 

 

 

 

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