Cine de autor: a veces bueno, a veces no
La maldición de la flor dorada
Puntuación: 4 estrellas.
Zhang Yimou es uno de los grandes renovadores del cine asiático, región capaz de ofrecernos las propuestas más aburridas del planeta pero también en otros casos las más bellas, sugerentes, impactantes y rompedoras. La maldición de la flor dorada es de estas últimas.
Yimou ya demostró una portentosa capacidad para renovar el subgénero del cine de artes marciales y elevarlo hasta cotas insospechadas en virtud a una deslumbrante propuesta escénica. Tal fue el caso de la magnífica Hero y de la estupenda La casa de las dagas voladoras.
En La maldición de la flor dorada todo ese espíritu preciosista se mantiene y es retroalimentado con la recreación de la decadente familia imperial china Tang, cuya caída se produjo en el siglo X. La celebración de la festividad anual del Chong Yang es el desencadenante de que en el palacio imperial comiencen a conocerse algunos secretos amorosos y familiares ocultos de los Emperadores, mientras en el exterior de la residencia todo está listo para cometer un golpe de Estado.
La sobresaliente banda sonora y la escenografía son dos elementos más que justificados para acercarse a ver esta magnífica obra que algunos ya califican de ‘culebrón chino’ por el tortuoso y bastante novelero argumento que sirve de excusa para adentrarnos en esta historia de pasiones ocultas, rencores a flor de piel y venganzas varias.
Lo mejor: La arrolladora propuesta visual y el magnífico final.
Lo peor: Que el argumento sea por momentos tan tremendo.
Dame 10 razones
Puntuación: 3 estrellas.
Alguno de nuestros directores patrios debería fijarse en películas como esta para comprender que a veces con muy poco presupuesto pero una propuesta fresca, diferente y atrevida, se puede realizar una película tan divertida y estimulante como Dame 10 razones (en inglés, 10 items or less). Una pequeña joyita que ni la presencia de Paz Vega en el reparto ni la escasa repercusión publicitaria de la misma, debería obligaros a dejar de ver.
La historia narra la curiosa amistad que durante un día entero establecen un actor algo célebre que no ha trabajado en los últimos cuatro años y Scarlet, una cajera de un freak-supermercado de los suburbios latinos de Los Ángeles, un lugar al que el actor acude para tomar ideas que le ayuden a interpretar a un gerente de ‘super’.
Ambos establecen un vínculo que les ayudará a superar pequeños baches. Al actor, la necesidad de darse cuenta de la realidad que le rodea y a ella, saber enfrentarse a los problemas con éxito. El reparto está encabezado por Morgan Freeman y Paz Vega. Ambos están estupendamente, sobre todo un Freeman que en todo momento se descojona y parodia el estatus de estrella de Hollywood.
Rodada por Brad Silberling (Ciudad de ángeles), Dame 10 razones es un irónico acercamiento a la figura de dos personajes languidecientes que encuentran en el otro el impulso definitivo para aprender a desenvolverse mejor en su día a día.
Lo mejor: Las interpretaciones de ambos protagonistas.
Lo peor: Algún exceso narrativo, sobre todo en lo freak del ‘super’.
I love Miami
Puntuación: 1 estrella.
Valor y osadía no le han faltado al director Alejandro González Padilla para presentarnos a un Fidel Castro que, víctima de un intento de golpe de Estado, acaba siendo un insólito balsero más de los muchos que cada día se juegan la vida al intentar huir de Cuba.
Obligado a subsistir en un Miami hostil al que llega sin un solo dólar, la quemadura parcial sufrida en su rostro permitirá al dictador ser acogido en un restaurante cubano. En él conocerá a la otra Cuba, la del exilio, y trabajando como camarero intentará ganar el dinero suficiente para regresar a una isla que vive sumida en la incertidumbre desde que se anuncia que una ‘enfermedad’ mantiene apartado a Fidel del poder.
La prensa y la sociedad internacional asiste atónito a los intentos de ocultar los hechos mientras unos cuantos militares conspiran para evitar que su hermano Raúl Castro tome el poder.
En tono de tragicomedia, I love Miami es un ambicioso retrato de la sociedad cubana contemporánea desde sus diversos frentes: su corrupta clase política, la desesperación y amargura de los miles de exiliados, la obligada resistencia interior y la despreocupación de aquellos cuya única lucha es la supervivencia diaria.
Sin embargo, es precisamente su exceso de ambición el lastre principal de una película con algunas tramas demasiado cargantes (el marica es insoportable) y que intenta abarcar demasiados géneros: comedia, drama, thriller político, suspense, acción... De todo un poco y demasiado revuelto, dicho sea de paso. Incluso colaboran brevemente con su testimonio la propia hija del dictador, Alina Fernández, y Huberto Martos, compañero de revolución política y después encarcelado por el régimen durante 20 años.
El papel de Fidel Castro recae sobre Juan Luis Galiardo que se limita a realizar una perfecta imitación de sus movimientos y forma de hablar hasta lograr un retrato creíble y certero del dictador.
Lo mejor: La valentía y originalidad de la propuesta.
Lo peor: Que al director se le vaya de las manos por querer abarcar demasiados géneros en una sola película. A veces hay que elegir.
La fuente de la vida
Puntuación: 1 estrella.
Al director Darren Aronofsky le gusta en exceso ir de rarito. Lo que se traduce en sus incensante ganas de hacernos ver que su concepción del cine es radicalmente diferente y tan avanzada como injustamente incomprendida. Así nos lo demostró en la fugaz Pi y la muy extenuante Réquiem por un sueño.
Se estrena ahora en España su última y polémica película: La fuente de la vida. Y digo polémica porque en principio iba a ser protagonizada por Brad Pitt y Cate Blanchett y ambos decidieron poner pies en polvorosa cuando el proyecto se fraguaba, seguramente asustados por el manchón en sus carreras que iba a suponer. Este abandono motivó que Aronofsky perdiera parte de la financiación del proyecto y tuviera que abaratar severamente sus costes para sacarlo a flote.
Quizá la mejor definición posible para la historia que narra Aronofsky sea la del drama romántico de ciencia ficción. El director intenta contarnos (y colarnos) una historia sobre el amor inmortal, la muerte como inicio de la vida y el hallazgo de nuestra alma gemela en diferentes reencarnaciones. Un batiburrillo sobrado de metafísica planteado en torno a tres historias.
La que más metraje ocupa es la de un científico en la era actual que intenta encontrar el remedio para evitar la muerte de su mujer. Mientras, en el siglo XVI, un conquistador español busca en tierras mayas el árbol del Edén, la fuente de la eterna juventud para salvar a su reina. Y en el siglo XXVI un astronauta viaja por el espacio para reencontrarse con su amor.
Si hubiera que destacar algún elemento positivo, este sería sin duda su magnética propuesta visual con imágenes realmente sugerentes e impactantes, junto a una banda sonora poderosísima. Hugh Jackman y Rachel Weisz solventan la papeleta con profesionalidad. Pero son tantos los excesos místicos, lo rebuscado de las tramas y tan aburrido el planteamiento, que la película se convierte en una sucesión de hechos inexplicables y sin sentido argumental alguno.
Lo mejor: La magnética concepción visual de la película.
Lo peor: Que se nos intente convencer mediante pretenciosos argumentos metafísicos de lo que se nos cuenta.
Los abandonados
Puntuación: 1 estrella.
Con la clara vocación de colocarla en diferentes mercados, la productora Filmax nos presenta otro título de terror de financiación española y reparto internacional. Los abandonados supone el debut en la dirección de largometrajes de Nacho Cerdá, reputado cortometrajista del que aún recuerdo con pavor dos cortos excepcionales: Aftermath y Ataúdes de luz.
En Los abandonados, Cerdá se adentra en una claustrofóbica historia que tiene como protagonista a una mujer que llega hasta Rusia tras conocer que ha heredado la granja familiar en la que nació. Una vez que llega hasta el lugar, se entera de que tiene un hermano al que no conoce y ambos se percatan de que la vivienda guarda entre sus cuatro paredes una dantesca noche que se repite una y otra vez.
Se nota que Cerdá ha visto mucho cine de terror y por eso rueda con soltura y eficacia esta historia que adolece de ser una sucesión de tópicos del género: casa encantada en un recóndito lugar, un acontecimiento trágico que se repite con virulencia en su interior, apariciones misteriosas, gentes con extraño comportamiento, pasado truculento de los protagonistas… Como producto de entretenimiento no está tan mal, pero tampoco hay que darle muchas vueltas como nos pretenden hacer ver. No las tiene.
Lo mejor: Que Cerdá es un director a tener en cuenta y nos dará trabajos mejores que este.
Lo peor: Que se nos intente hacer lógico lo ilógico, otro error típico de estos casos.
Premonition (7 días)
Puntuación: 0.
Y otro director que quiere jugar a ser rarito es el alemán Mennan Yapo, que con su última producción, Premonition (7 días), intenta sin éxito emular añejos éxitos de directores que tal baila como Night Shyamalan.
Burdo intento de construir una historia con claros referentes a cintas de diferente éxito como Memento, El sexto sentido o La casa del lago, la película de Yapo nos presenta a una mujer, Linda, que acaba de conocer la noticia de la muerte de su marido. Sin embargo, al día siguiente despierta y su marido yace a su lado como siempre, lo que la induce a pensar que todo ha sido una premonición o una simple pesadilla.
Su sorpresa viene cuando al día siguiente descubre que efectivamente su marido ha muerto y se da cuenta que los días de su vida están completamente desordenados. A partir de ahí, Linda se obsesiona con la resolución del desconcertante enigma con un objetivo claro: tratar de evitar que el accidente en el que su marido pierde la vida, se produzca.
Todo en esta diarrea argumental es incomprensible. Y lo peor de todo es que la película esta construida de forma tramposa y con tan evidentes agujeros que produce vergüenza ajena (las escenas del doctor son de risa). Todo en ella es una sucesión de hechos confusos que en ningún momento son explicados al espectador. La pobre Sandra Bullock, con cara de estreñimiento permanente, camina de un lado a otro como alma en pena, sometida al sin sentido de una película absurda. Si la veis, atentos al pastiche de final. Al menos te ríes.
Lo mejor: El engañoso comienzo. Uno piensa que no será tan mala.
Lo peor: Comprobar que sí que lo es.
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