Entre asesinos anda el juego

James Bond y Jean-Baptiste Grenouille compiten en la cartelera

El perfume

Imagino y comprendo la tremenda complejidad de traducir en imágenes el sensual, descarnado, intimista libro de Patrick Suskind. Sabedor de este handicap, y también entiendo que bastante escaldado por ver cómo algunos best-sellers literarios resultan fiascos cinematográficos, el propio autor ha tardado más de 20 años en vender los derechos de su adaptación a la gran pantalla.
Afortunadamente, el conocido productor alemán Bernd Eichinger (¿os suenan El nombre de la rosa o El hundimiento?) logró que su viejo amigo aceptara acometer el proyecto. Y así hemos llegado a este cinematográfico El perfume cuyo mayor mérito es lograr, al igual que sucede en la novela, que empaticemos con Jean-Baptiste Grenouille, el despiadado asesino de mujeres en busca de la esencia definitiva ante la que caiga rendida todo el mundo.
Y ese logro, que no es poco para un personaje tan impenetrable como vacío de moral, permite que el conjunto de la película se deje ver con bastante entusiasmo, aunque en ella haya algunas caídas de ritmo y escenas, como casi todas las masivas, que desvirtúan el retrato íntimo del asesino sobre el que se asienta la película y, en definitiva, el buen hacer del director Tom Tykwer.
Estamos ante uno de los grandes títulos de este otoño. Una de las cintas más esperadas desde que se conoció el proyecto y cuya nota es más que aceptable. Eso sí, en su contra cabe decir que alguna de las interpretaciones (sobre todo en el caso de ellas) no alcanza el altísimo nivel logrado por el eficaz protagonista Ben Whishaw y el siempre solvente Dustin Hoffman.
El perfume es sin duda la mejor propuesta que nos ofrece la cartelera este fin de semana.

El perfume
Director: Tom Tykwer. Intérpretes: Ben Whishaw, Alan Rickman, Rachel Hurd-Wood, Dustin Hoffman. Género: Thriller. Nacionalidad: Alemania- España. Duración: 147 min. Le doy: 4 estrellas, hay que verla.

Casino Royale

Confieso que de pequeño disfruté en varias ocasiones de todas las películas de la saga 007 protagonizadas por Sean Connery. Siento cierta curiosidad por el cine de espías, por las intrincadas aventuras de quienes se dedican a protegernos del mal.
Sin embargo, muy pronto me despegué de 007. Quizá la anodina presencia de Roger Moore, o las pésimas interpretaciones de Timothy Dalton y Pierce Brosnan me han llevado a que sólo me sometas a las aventuras del superagente cuando la televisión de pago emite el penúltimo título de la saga.
Con más desganas que ilusión vi Casino Royale, título que no quedará entre los menores de la amplísima saga pero que tampoco brillará demasiado. En descargo de la película diré que este nuevo James Bond tiene más empaque interpretativo que sus predecesores. Me refiero, claro está, a ese gran actor fogueado en el teatro llamado Daniel Craig.
Suyo es todo el interés que me despertó Casino Royale, en la que el mito Bond desciende a los infiernos para mostrarnos a un agente, sí, que sigue rodeado –aunque menos- de bellas mujeres sofisticadas, de coches impresionantes y de lugares de lujo, pero que también por primera vez mata a sangre fría, y saca su lado más oscuro. Ni siquiera el célebre inventor “Q” aparece, ausencia que se echa mucho de menos.
Vamos, que la película es muy regularcita aunque cumple con su principal cometido: revitalizar la saga del personaje. O sea, que tenemos Bond para rato.
En Casino Royale se nos ofrecen los comienzos de James Bond. Puede decirse que podría ser una precuela de la saga completa, en la que vemos el carácter solitario y desconfiado del que después será el agente más eficaz del MI6.
Su primera misión como ‘007’ le lleva hasta Le Chiffre (triste Mads Mikkelsen), banquero de terroristas de todo el mundo. Para detenerlo y desmantelar la red terrorista, Bond debe derrotar a Le Chiffre en una partida de póquer con apuestas altas en el Casino Royale.
Aunque la novela de Ian Fleming en la que está basada la película se publicó por primera vez en 1953, la película sitúa la acción en julio de este año. Aunque la trama se sigue centrando en el villano Le Chiffre, que pierde el dinero de alguien en una conspiración aparentemente a prueba de tontos y organiza un torneo en el casino para intentar recuperar sus pérdidas, la película hace referencias a la Guerra Fría, como la némesis de Bond, SMERSH, el grupo terrorista internacional más diabólico que ha habido nunca.

Casino Royale

Director: Martin Campbell. Intérpretes: Daniel Craig, Eva Green, Mads Mikkelsen, Judi Dench. Género: Thriller. Nacionalidad: Reino Unido- República Checa- Alemania- USA. Duración: 130 min. Le doy: 2 estrellas, no da para más.

The Queen (La Reina)
Debido a las vacaciones y a compromisos varios, los dos únicos estrenos de este fin de semana que he visto son los anteriores (que no está mal). Así que aprovecho para redcomendaros una película que, si no habéis visto ya, estáis tardando en hacerlo.

Me refiero a The Queen (La Reina). Sublime su protagonista, Helen Mirren, que le den el Óscar (las lenguas dicen que la candidatura ya es segura y competirá con Penélope Cruz). La actriz da vida (¡y con qué realismo!) a Isabel II, jefa a la sazón de una de las casas reales más arcaicas y definitivamente ancladas en épocas pasadas.

Atentos a la primera escena de la Mirren en la película. Su impasible, fría, calculadora, agotadora mirada te deja postrado en la butaca pensando en qué se esconderá en el interior de esa señora impenetrable.

Pero en esta película el principal reclamo no es exclusivamente la excepcional interpretación de Helen Mirren, sino toda la ácida, irónica y cruel comedia dirigida por uno de los mejores directores del cine británico, el inteligente Stephen Frears. Un tipo ya curtido en esto de sacar los colores a la sociedad británica.

El punto de partida es la muerte en 1997 de Lady Di. La reacción de rechazo a homenajes públicos que se suscita en la Familia Real y el creciente protagonismo público que toma el presidente Blair, que acababa de vencer en las elecciones, llevan a una confrontación a la que asiste expectante una conmocionada sociedad británica.

La reacción masiva de la gente, las críticas de la prensa, los cambios apresurados de decisiones, los problemas de protocolo y las ganas de salir en la foto, son los elementos de sátira que convierten a este filme en uno de los imprescindibles del año.

The Queen (La Reina)

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