De fundamentalistas que se redimen (o no)
Cartas desde Iwo Jima
No deja de sorprender que un tipo tan republicano como Clint Eastwood (fue alcalde de un pueblo por ese partido) sea capaz de hacer el cine más liberal, crítico y comprometido en estos tiempos de guerra.
Eastwood ha rodado no una sino dos películas que como díptico constituyen el mayor alegato pacifista filmado en los últimos tiempos y una reinvención completa del género bélico.
Desde la perspectiva singular de uno de los dos bandos, cada cinta analiza la cruel afrenta entre los ejércitos norteamericano y japonés en la decisiva batalla de Iwo Jima, isla estratégica del Pacífico en la que murieron 6.500 soldados y otros 30.000 fueron heridos.
La visión del bando norteamericano, más deslavazada, llegó en Banderas de nuestros padres. En ella se exploraba el falso mito de los héroes, el gigantesco teatro mediático formado en torno a la victoria y la manipulación.
Con ese deleite por los personajes perdedores característico de su cine, en Cartas desde Iwo Jima el director Clint Eastwood realiza un viaje al interior de los soldados, en este caso del bando japonés, obligados a matar a unos seres humanos que, como ellos, sólo desean regresar a su casa para abrazar a su familia y amigos.
La cinta se basa en un libro que recoge las cartas de los soldados japoneses que nunca llegaron a sus seres queridos. Un prólogo y un hermoso epílogo sirven de paréntesis para una historia que habla del valor, la lealtad y el coraje ejemplificada en dos personajes: el general que dirigió la defensa de la isla (espléndido Ken Watanabe) y un joven soldado obligado a combatir por un ideal en el que no cree.
En estos 141 minutos de auténtico cine vemos como al final la Humanidad no se divide entre buenos y malos, sino que cualquier guerra es una derrota en sí misma para cualquiera que participa en ella. Clint Eastwood es el mejor director desde John Huston.
Cartas desde Iwo Jima es una obra maestra indiscutible y un aviso para la Humanidad que ojalá escuchen muchos gobernantes. Es Cine con palabras mayúsculas. Le doy: 5 estrellas y me quedo corto.
La vida de los otros
No es de extrañar que, en los premios de la Academia del Cine Europeo, La vida de los otros le arrebatara los principales premios a la Volver de Pedro Almodóvar. La complejidad del guión, sus diferentes aristas emocionales y ese gerifalte de la policía política de la Alemania comunista obligado a transformarse en ser humano dan forma a una película abrumadora, madura.
El capitán Gerd Wiesler de la Stasi, la todopoderosa policía secreta de Erich Honeker, debe espiar a la pareja formada por el prestigioso escritor Georg Dreyman y la popular actriz Christa-Maria Sieland. De esa férrea investigación surge un viaje al interior de este sombrío personaje que debe reflexionar sobre los límites de la verdad y el respeto a la vida.
Las excelentes interpretaciones sirven de marco a un film que debería haber sido algo más corto (sus 144 minutos de duración pueden resultar muy cansinos) y que habla de la redención, de la ruptura de nuestros principios y convenciones cuando lo que tenemos enfrente es a una persona.
Por su desgracia, su mensaje cobra excesiva actualidad en un momento en el que el espionaje y la investigación por motivos de seguridad llega a límites que nos recuerdan a épocas pasadas como la de esta Alemania Oriental donde todo aquel que se salía de lo marcado era directamente un enemigo del Estado.
La vida de los otros es una película fundamental un horror de comedia, humor de usar y tirar (bien lejos). Le doy: 4 estrellas.
Manuale D’Amore 2
Tras el éxito que supuso hace dos años la primera parte, era cuestión de tiempo que el director y guionista Giovanni Veronesi nos entregara la segunda parte de esta película que explora las relaciones amorosas desde un punto de vista a mitad de camino entre el melodrama y la comedia.
Nuevamente, un programa de radio conducido por una aterciopelada voz masculina sirve como refugio a ciudadanos anónimos para diseccionar un sentimiento tan complejo e inexacto como el amor.
Como sucedió en la primera parte, cuatro episodios componen este Manuale D’Amore 2 (Corregido y aumentado). Sus protagonistas son un joven en silla de ruedas tras un accidente de coche que se enamora de su fisioterapeuta (nada menos que Monica Bellucci), un matrimonio que debe viajar a España para someterse a fecundación in vitro, una pareja gay que para casarse viene también a España y un hombre de mediana edad que por primera vez es infiel a su mujer con una chica joven (claro que si esa chica es Elsa Pataky, es comprensible).
Es difícil que en estas películas de historias cortas todas funcionen al mismo nivel. Siempre hay alguna que destaca sobre las otras. Y aquí sucede que dos de ellas sobresalen: las que cuentan con la participación de la Bellucci y la Pataky. Las otras dos son más forzadas, sobre todo la histriónica historia gay con homenaje a La Dolce Vita incluido.
Aunque el auténtico valor de estas dos historias que ya digo funcionan peor resida en que toquen dos aspectos que en Italia siguen siendo ilegales (la fecundación asistida y el matrimonio gay). Parece ser que en el país de Berlusconi esta comedia ha generado bastante debate en ese sentido. Bienvenido sea.
El director no oculta su pretensión de rendir homenaje a la comedia italiana clásica que tuvo entre sus máximos representantes a cineastas como Vittorio de Sica, Pietro Germi o Ettore Scola. Lo logra en la composición de los planos y la temática de la cinta, pero no alcanza la altura necesaria debido al poco fuelle de algunas de las tramas. La verdad es que la primera parte era mucho mejor.
Manuale D’Amore 2 (corregido y aumentado) es una comedia dramática fresca, a ratos divertida, pero que no termina de funcionar como conjunto. Le doy: 3 estrellas.
El motorista fantasma
Alguien debería hacerle el favor a Nicolas Cage de decirle que cambie ese careto de permanente estreñimiento que nos regala en casi todas sus interpretaciones. Decir que es un actor que, si no es bien dirigido, puede provocar que una gran película naufrague, es hasta decir poco.
Dicen quienes han leído el cómic de la Marvel en que se basa esta película, que está bastante bien la historia original de Johnny Blaze, este motorista superestrella de las acrobacias que por las noches se convierte en un cazaalmas para el Infierno en virtud a un pacto que firmo con Mefistófeles para salvar a su novia y a su padre.
Sin embargo, a mí El motorista fantasma me aburrió hasta el extremo. Y no todo es responsabilidad del pobre Cage, que para ser tan fan del cómic (lleva tatuado desde joven el nombre de Blaze), ya podía haberse esforzado un poquito más en cambiar el careto.
Aquí el culpable es el director, Mark Steven Johnson, y quienes han permitido que este tío haga esta película que falla en lo más elemental: un pésimo y banal guión que desaprovecha todo el potencial del personaje. Suele pasar en estos casos que la incompetencia y la absurdez se disfraza con muy buenos efectos especiales. Pero es que aquí ni eso. Un horror, vaya.
El motorista fantasma es una chorrada de proporciones gigantescas. Mucho efecto especial, cero inteligencia. Le doy: Un cero patatero. Tal cual.
Campamento Jesús
Estos días están emitiendo en Canal+ un documental terrorífico, pavoroso, esclarecedor y que debería servir de testimonio gráfico para que se abriera una investigación que terminara con una de las peores lacras de sociedades tan inmaduras como la norteamericana en su versión rural.
Me refiero a Campamento Jesús. Un documental que se adentra en campamentos (más bien campos de concentración) que la iglesia evangelista tiene abiertos y donde un grupo de tarados, amargados y seres esquizoides lavan el cerebro mediante el sufrimiento y el dolor a unos niños inocentes para que se hagan auténticos fundamentalistas del cristianismo.
Bajo el nombre de ‘predicadores’ existen en Estados Unidos (y en España, que aquí tampoco nos libramos aunque a menor escala) una serie de advenedizos personajes que se dedican a vivir de la propagación de la religión. Lo que hasta ahora no sabíamos es que a unos niños inocentes se les anulara la personalidad mediante fórmulas cercanas a la tortura que deberían ser investigadas hasta sus últimas consecuencias, que no pueden ser otras que el encarcelamiento en hospitales psiquiátricos de estos inmundos psicópatas y la revisión de custodia para unos padres que permiten que sus hijos se conviertan en auténticos legionarios de Cristo.
Algo falla en una sociedad cuando un niño de 9 años es obligado a entregar en un metro folletos de Cristo, o se les prohibe jugar porque daña a Dios o se les obliga a gritar contra el aborto mediante falsedades, calumnias y grandes predicaciones en las que el sufrimiento es el protagonista. Lamentablemente el gobierno Bush, que se nutre de los votos de estos psicópatas, no hará nada.
El mejor momento es cuando estos tarados sacan un cartón de Bush y le dicen a los niños que saluden a su presidente como si estuviera de verdad allí y les obligan a decir una y otra vez que él será el único que salvará a Estados Unidos del mal.
Luego tendremos que escuchar que los gays no deberían adoptar. De lo que estoy seguro es de que estos padres que permiten esto sí que están incapacitados.
Campamento Jesús, documental nominado al Oscar, se emite en Canal+2 el día 20 de febrero a las 18,30 horas, Canal+ el día 22 de febrero a las 18,15, Canal+2 el 23 de febrero a las 22,35 horas y el 26 de febrero a las 14 horas.
Este fin de semana se estrenan además:
-Bosque de sombras. Película de suspense conferida como un western en los bosques. Debut en la dirección de Koldo Serra.
-Invencible. Sólo si os gustan las historias de perdedores que acaban triunfando gracias a la fe, esta vez en el rugby. |