Última actualización: 12/01/07 sesión golfa  

Iván Trash nos va a comentar regularmete sobre los próximos estrenos de cine.

 

 

 

Que alguien me lo explique...


El truco final (El prestigio)

El truco finalA una de cal y a otra de arena. A eso parece que nos quiere acostumbrar Christopher Nolan, director que tiene la extraña habilidad de mantener cierta independencia creativa dentro del fagocitador sistema de los grandes estudios.
Porque si no, es incomprensible que sea autor de la quimérica Memento o el mejor Batman desde Tim Burton (Batman begins) y nos someta a torturas como Insomnio o exhaustos dramas como El truco final (El prestigio).
Es cierto que tiene un comienzo vibrante, pero a mitad de metraje acaba uno harto de tanto truquito, secreto, flashbacks y ruptura de la linealidad argumental que, en muchos casos, es innecesaria y perniciosa.
Esa fragmentación del relato, con excesivas idas y venidas, es precisamente la causa de su principal fallo: la sorprendente capacidad para desvelar de antemano todo lo que sucederá poco después en la pantalla. Sólo basta con prestar una mínima atención y no dejarse arrastrar por algunos engaños del ‘mago’ Nolan.
Un error que no es baladí si tenemos en cuenta que la película se articula como un ‘gran truco de suspense’ que tiene como hilo dramático el enfrentamiento de dos magos, Robert Angier (Hugh Jackman) y Alfred Borden (Christian Bale), que en el Londres de finales del siglo XIX llevan hasta el último extremo un enfrentamiento que va más allá de la magia y se adentra en lo personal.
Ambos persiguen de forma obsesiva la perfección en su profesión, el truco que les haga pasar a la posterioridad y derrote al otro ilusionista. Y a medida que avanza el relato, nos damos cuenta de la turbiedad de estos dos maquiavélicos individuos.
Lo mejor de este larguísimo y tedioso El truco final (El prestigio) es la fotografía, la ambientación y las interpretaciones, que la salvan del hundimiento total. Junto a Jackman y Bale, aparecen el maestro Michael Caine, Scarlett Johansson y un irreconocible David Bowie.

Dirección: Christopher Nolan. Intérpretes: Hugh Jackman, Christian Bale, Michael Caine, Scarlett Johansson. Género: Thriller. Nacionalidad: USA. Duración: 130 min. Le doy: 2 estrellas, puro artificio.


La caja Kovak

La caja KovakGloomy Sunday (Domingo lúgubre), del húngaro Rezsô Seress, fue compuesta en 1933 como catarsis de dolor tras el abandono de su amada. En ella, Seress mostraba su irrefrenable intención de suicidarse, algo que por cierto logró en 1968.
La versión de esta canción que realizó después Billie Holiday se convirtió en el himno de cientos de suicidas, que en sus cartas de despedida citaban esta canción.
Si trasladamos este ritual hasta una isla ‘a priori’ tranquila como Mallorca y añadimos que la gente se quita la vida por que sí tras recibir una llamada en la que sólo se oye este tema, tenemos el argumento de La caja Kovak.
Todo comienza cuando un exitoso novelista, David Norton (el oscarizado Timothy Hutton) llega hasta Mallorca para dar una conferencia. Su mujer se quita la vida tras recibir una misteriosa llamada mientras una joven, Silvia (Lucía Jiménez), casi muere por el mismo motivo. Ambos se encuentran por casualidad y comienzan a investigar el origen y motivo de estas llamadas.
Mejor planteada que resuelta, La caja Kovak es tremendante irregular y carente de tensión: ¡qué desperdicio la escena de la Cueva del Infierno! Ya sea por ingenuidad o por falta de rigor, hay escenas que directamente son inexplicables. Citamos dos: Lucía Jiménez sufre una tremenda caída y se levanta como sin nada. O la misma actriz abandona una mansión, quita dos piedras y aparece en la muy turística y protegida Cueva del Infierno como Pedro por su casa.
No hay por donde cogerla, y eso que no tiene un mal comienzo.

Director: Daniel Monzón. Intérpretes: Timothy Hutton, Lucía Jiménez, David Kelly, Georgia Mackenzie. Género: Thriller. Nacionalidad: España. Duración: 113 min. Le doy: 1 estrella, es una película imposible.


Rocky Balboa

Rocky BalboaNo sé cómo será mi vida a los 60 años (si es que llego), pero desde luego jamás me plantearía regresar a mi pasado, sobre todo si fue más glorioso que el sombrío presente.
Pero Sylvester Stallone sí que se ha atrevido y ha escrito, producido, protagonizado y dirigido la ¡sexta! parte de la saga Rocky, cuya primera entrega le arrebató el Oscar a la mejor película en el año 1976 a nada menos que Martin Scorsese y su mucho más lograda Taxi Driver. Sin comentarios.
A sus 60 años, Stallone se ha puesto los guantes y peleado en el ring, pero de verdad. En el combate que aparece en la película, le noquearon en serio. Se enfrentaba nada menos que al auténtico campeón de los pesados. Y claro, un par de golpes bien encajados y a ver las estrellas.
Dijo a la prensa en Madrid un acartonado Stallone (¿quién le depila las cejas?) que esta película es una carta de amor a los fans de la saga. No engaña. Toda la primera hora es un constante recuerdo de las glorias pasadas y hasta el personaje de Adrian (su mujer) resucita en imágenes. Vemos a un Rocky que vive de las anécdotas en su restaurante, con una complicada relación con su hijo y un ambiente decadente.
En un programa de la televisión bromean con quién vencería en un combate por ordenador entre Rocky y el actual campeón. Y animado por ello, decide regresar al boxeo y acepta hacer realidad lo que era virtual.
Lo mejor de Rocky Balboa es que no engaña. Da lo que promete: moralina, nostalgia, puñetazos y ternura. Está rodada con solvencia, con muchos guiños a las anteriores películas e incluso se ríe de sí misma en algún momento.
Pero vamos, si no la veis tampoco os perdéis nada.
 
Dirección: Sylvester Stallone. Intérpretes: Sylvester Stallone, Burt Young, Milo Ventimiglia, Pedro Lovell. Género: Drama. Nacionalidad: USA. Duración: 103 min. Le doy: 2 estrellas, entretiene pero nada más.


Mujeres en el parque

Mujeres en el parqueConstruida sobre un minimalismo formal que centra toda la atención en los personajes centrales del drama, Mujeres en el parque se alza como una muy interesante propuesta que al final se le escapa al director por la falta de tensión dramática en los momentos clave (esa escena en la que Bárbara Lennie descubre la verdad sobre ella y su familia) o la más preocupante ausencia de exploración de los conflictos que acaecen a estos dos padres en proceso de divorcio que guardan un turbulento pasado que han intentado olvidar y superar a base de cinismo, hipocresía y redención.
Como ya sucedía en la más completa Nubes de verano, el director Felipe Vega firma el guión junto al periodista Manuel Hidalgo. Ambos se adentran otra vez en las enrevesadas vidas amorosas de personajes aparentemente tranquilos, en este caso a través de una hija algo perdida entre el divorcio de sus padres, la falta de oportunidades laborales y una relación con un joven demasiado paralela a la de sus progenitores.
Los juegos de pareja, las oportunidades fallidas y la comprensión mutua son los hilos argumentales que se cruzan en las vidas de unos individuos sometidos a la inercia de la rutina.
Los silencios se ciernen sobre los personajes de esta cinta obligados a aprender que en el amor (y la vida) no todo son rosas. Emma Vilarasau y Adolfo Fernández destacan sobre el resto del reparto.
Es posible que esta sea la propuesta más interesante de la cartelera de este fin de semana en una cartelera que poco a poco abandona las tediosas cintas típicamente navideñas.

Dirección: Felipe Veiga. Intérpretes: Adolfo Fernández, Blanca Apilánez, Emma Vilarasau, Bárbara Lennie, Alberto Ferreiro. Género: Drama. Nacionalidad: España. Duración: 102 min. Le doy: 2 estrellas, son más las carencias que las virtudes.

 



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