10/08/07 sesión golfa por Iván Trash  

Iván Trash nos va a comentar regularmete sobre los próximos estrenos de cine.

 

 

 

Surfeando a las vacaciones

Los 4 Fantásticos y Silver Surfer

Puntuación: 2 estrellas

Los 4 Fantásticos y Silver SurferLa industria del cómic ha cimentado la personalidad de sus superhéroes en torno a dos modalidades: Los atormentados por su condición especial con una visión trágica de su propia existencia y los que con orgullo presumen de sus superpoderes como elemento de protección de la Humanidad. Entre los primeros están Batman, Spiderman o Hulk, y entre los segundos el Capitán América, Flash Gordon o Los 4 Fantásticos.
Es importante dejar clara esta distinción para no equivocar a quienes se adentren en las aventuras del ‘equipo fantástico’. Aquí no hay tragedias personales, ni infancias desgarradas o tremendismo existencial.
Estos personajes, que salvaron a la Marvel del cierre allá por los años 60, siempre han sido familiares y su visión de la sociedad ha estado íntimamente ligada a una concepción tradicional y conservadora. Incluso, su identidad es notoriamente pública y colaboran con el gobierno de Estados Unidos en la defensa de los valores comunes.
Además, forman una familia que vive unida y dos de sus integrantes son hermanos de sangre. En esta segunda parte, los guionistas abordan ya la boda entre Mr. Fantástico y La Mujer Invisible y sus deseos de formar familia. Dicen que en la tercera parte veremos al hijo de la pareja.
Tras el buen resultado de taquilla cosechado por la primera parte, llega la segunda entrega, en la que los héroes deben evitar que el planeta sea destruido por el misterioso e inquietante Silver Surfer, una criatura llegada del espacio a bordo de una tabla de surf que le proporciona toda la fuerza.
Esta vez la presentación de los personajes se antoja mucho más humana y honesta que en la primera parte, que pecó de lejanía emocional. Se nota que hubo más pasta para los efectos especiales y hasta la trama tiene algo más de miga, aunque al final los guionistas deban recurrir al malvado y desaprovechado Dr. Muerte para darle algo de vidilla.
Los 4 Fantásticos y Silver SurferEn apenas 90 minutos de acción, Los 4 Fantásticos y Silver Surfer ofrece razonable entretenimiento ‘palomitero’ para todas las edades. Aunque los personajes no se libran de la pública exhibición circense y la infantilización de su conducta, en esta ocasión es menor y menos ridícula que en la primera parte. Al menos ahora demuestran las debilidades que les hacen formar parte de un equipo, aunque todo atufe a moralina de la buena.
El ritmo es otra vez la losa de una historia. En la primera media hora, la acción no arranca; y en la horita restante, todo sucede muy deprisa con el telón de fondo de complejos argumentos científicos que a modo de trampa justifican los hallazgos de Mr. Fantástico para pararle los pies al surfista galáctico.

Lo mejor: La persecución por medio mundo de la Antorcha Humana y Silver Surfer.

Lo peor: Que no pierda en ningún momento su vocación de cine ‘palomitero’, conformándose a ser entretenimiento de domingo por la tarde.


El ultimátum de Bourne

Puntuación: 3 estrellas

El ultimátum de BourneLos fans de la saga Bourne están de enhorabuena. Su director, Paul Greengrass, cierra a lo grande la trilogía que, a modo de complicado rompecabezas, trata de reconstruir el pasado del desmemoriado Jason Bourne y el motivo por el que este ex-espía de la CIA es perseguido sin descanso por aquellos a quienes antes servía.
Bourne, el hombre sin país y sin pasado, continúa el camino de la venganza y la búsqueda de su verdad. Valiéndose de un hábil periodista británico al que un agente de la CIA ha contado una parte decisiva de la verdad sobre el origen de Bourne, el escurridizo personaje encarnado por Matt Damon emprende una búsqueda que le lleva a recorrer Moscú, París, Londres, Madrid, Tánger y finalmente Nueva York tras el rastro de su pasado, que se oculta bajo un complicado programa para crear un grupo paramilitar de espías que pudiera ejecutar misiones ultrasecretas al margen de la Ley. Un tema muy de actualidad -sobre todo tras los famosos vuelos secretos de la CIA- que nos cuestiona de nuevo si todo vale a la hora de establecer una vigilancia global que neutralice cualquier amenaza.
El ultimátum de Bourne es un entretenido producto de acción construido a partir de vertiginosas secuencias de persecución y giros dramáticos aún más sorprendentes que en el resto de la saga. En esta parte, Bourne es más que nunca el héroe solitario, el hombre contra todo y contra todos. Sin ayuda, sin novia, sin futuro.
El pasote de espectacularidad resulta entretenido pero resta solidez al contenido argumental, que no es otro que descubrir la verdad sobre Bourne, que se esboza en el inicio y se explica definitivamente en el tramo final.
Especial atención merecen las escenas rodadas en el centro de Madrid. Los escenarios elegidos fueron la estación de Atocha, la plaza de la Santa Cruz, la cafetería de una autovía  y la calle Virgen de los Peligros, donde tiene lugar una escena clave para Bourne.
El director británico Paul Greengrass, nominado al Oscar por la excelente United 93, se rodea de un conjunto de solventes actores. Matt Damon, un actor que se crece con los años, otorga nuevamente la frialdad, angustia y oscuridad inherentes a su personaje. Pero hay que destacar los estupendos trabajos de David Strathairn, Albert Finney y el venezolano Edgar Ramírez como implacable asesino.
Greengrass planifica las escenas siguiendo su personal patrón. Es decir, cámara al hombro a veces oculta, transición rápida y sin cortes en las escenas, efectos de inestabilidad visual y montaje frenético. Lo que pasa es que en secuencias, como las impresionantes persecuciones en Tánger y Nueva York, a Greengrass se le va la mano y nos marea con excesivos movimientos de cámara que nos impiden seguir el correcto desarrollo de la acción y ocultan algunos ‘agujerillos’ de guión.

 

Lo mejor: No concede apenas tregua al espectador en sus casi dos horas de duración.

Lo peor: La planificación de las persecuciones. Greengrass marea.


Locos por el surf

Puntuación: 1 estrella

Locos por el surfQue los pingüinos son uno de los animales con mejor publicidad entre los humanos es algo sabido, pero últimamente estamos sufriendo un aluvión de películas con estos animalitos polares. Madagascar, El viaje del Emperador o Happy Feet son algunos de los ejemplos más recientes.
Ahora los guionistas nos plantean la historia de un pingüino adolescente cuyo mayor sueño es emular a un legendario surfista y ser el mejor en esta disciplina deportiva. Cody –que así se llama el pingüino- abandona el hogar donde no le dejan desarrollar su pasión para acudir a un homenaje al surfista en cuestión.
La película está contada a modo de reportaje que combina las aventuras del protagonista cámara en mano con entrevistas en primera persona e imágenes de archivo que se funden con acción real. A mí la historia me pareció tremendamente sosa y no sé si a los más pequeños les interesará mucho una historia tan americana y carente de diversión como esta.
Si vais a verla, disfrutar de su banda sonora con temas de Green Day, Pearl Jam o Sugar Ray. Es lo mejor de este producto de animación, ciertamente light que no pasará a la posteridad.

Lo mejor: La banda sonora.

Lo peor: Que la película se tome tan en serio.


Whisky Romeo Zulú

Puntuación: 2 estrellas

Whisky Romeo ZulúCon mayor valor documental que narrativo, nos llega con mucha discreción este drama que recrea las vicisitudes de un piloto de Lapa, línea aérea argentina de bajo coste, por denunciar dentro del seno de la empresas las nulas condiciones de seguridad de sus aviones y el riesgo más que evidente de una tragedia áerea.
El propio ex comandante de Lapa, Enrique Piñeyro, ha escrito, protagonizado y dirigido esta película que desvela la impunidad legal con la que operaba Lapa, la corrupción generalizada de la sociedad argentina y finalmente la imposibilidad de frenar una tragedia evitable que se cobró la vida de 67 personas cuando el 31 de agosto de 1999 un avión de Lapa se estrelló contra un terraplén en pleno centro de Buenos Aires.
Con una inocencia narrativa plagada de honestidad, Piñeyro acierta en la exposición veraz (y asequible a todos los públicos) de los hechos que denuncia; confirma su pasión por la aviación en emocionantes escenas al bordo de la cabina; se pierde estrepitosamente al contar historias sentimentales que no aportan nada a la narración; y demuestra habilidad a la hora de trascender más allá de los propios hechos, de denunciar la corrupción, la falta de escrúpulos y esbozar algunas de las causas que han quebrado la sociedad Argentina hasta límites insospechables.
Whisky Romeo Zulú es una película con un lamentable comienzo que se crece a medida que se crece como documental aunque en algún momento pueda dar la sensación de ser un panegírico a mejor gloria de un piloto que perdió la ilusión por su trabajo y cuya venganza ante sus antiguos jefes es desvelar sus falta de humanidad antes de que deban sentarse frente a los tribunales.

Lo mejor: El buen reparto coral y el tramo final.

Lo peor: La insustancial y aburrida trama en torno a la antigua novia de Piñeyro.


Programa doble de terror

Ovejas asesinasAprovechando el estreno (partido, eso sí) de Grindhouse, el proyecto doble de Robert Rodríguez y Quentin Tarantino que homenajea al cine de terror de serie B, los chicos de Manga Films nos proponen una auténtica sesión doble de terror al precio de una entrada con dos espeluznantes films llenos de terror, comedia, sangre, asesinatos, mutilaciones y extirpaciones.
En Desmembrados, una multinacional armamentística invita a sus ejecutivos a pasar unos días de ‘team-building’ en un lujoso spa de Rumanía. Pero el aburrido fin de semana se convierte en una desesperada lucha por la supervivencia cuando son atacados por un enemigo letal.
Y después, en Ovejas asesinas estos pacíficos animales se convertirán en máquinas de matar debido a un fallido experimento científico en una granja de Nueva Zelanda.

 

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