ELLOS: “En el fondo, aún somos muy cabrones”
Cinco años, cinco, hacía que Ellos guardaban un sepulcral silencio discográfico. Una larga travesía en el desierto en la que sus fans han pasado de la euforia provocada por el magnetismo tecnopop de Ni lo sé, ni me importa, a la desesperación ante el constante retraso en el lanzamiento del nuevo disco (¡Pasó un año desde la primera fecha anunciada!) y el desesperante culebrón del cambio de discográfica.
La espera mereció la pena. Qué fue de Ellos es su mejor disco y abre un nuevo camino en la sonoridad de este dueto formado por el extrovertido Guille Mostaza y el dulcemente tímido Santi Capote. ¡Olé por Ellos!
-¡Por fin sabemos qué fue de Ellos! Nos lo contáis en los 12 tracks que incluye el disco…
-Guille: ¿Qué te ha parecido el disco?
-Excelente, un paso adelante. Un disco más oscuro y complejo.
-Guille: Más contundente, ¿no? Casi desde que empezamos a grabar nos decían en el estudio que este iba a ser nuestro disco negro por varios conceptos: el sonido, las letras, el cambio de compañía…
-De eso vamos a hablar. Vuestro fichaje ha sido más disputado que el voto del señor Cayo. ¿Cómo fueron las negociaciones?
-Guille: (Risas) A ver… Queríamos sacar el disco, obviamente, pero también subir de nivel. No era una cuestión de público sino de ganar calidad respecto al anterior. Subterfuge nos ofrecía hacer lo mismo y nosotros queríamos ir más allá. Pedimos la carta de libertad y nos pusimos a escuchar ofertas. Y ya sabes, todo el mundo te quiere echar el gancho pero no definen fechas y ni cifras concretas. Fue entonces cuando llegó Pias Records y sextuplicó el presupuesto anterior, nos dio fechas, apostó porque el disco también saliera en vinilo y nos fuimos de cabeza con ellos. Además, el director del sello es fan nuestro desde siempre.
-Por lo tanto, no fue por motivos económicos sino de capacidad, de medios.
-Guille: Claro, y para que nos publiquen creyendo en nosotros, que seamos un objetivo de la compañía, no ser un grupo de tercera en una compañía grande, una opción que en su momento barajamos y desechamos por ese motivo.
-Entonces, otro factor determinante fue poder editar el disco en vinilo. ¿Por qué ese romanticismo con el vinilo?
-Guille: Es un formato que, por ley física, suena mejor, más cálido. Y luego es un fetiche nuestro. Todos los discos de mis grupos favoritos están en vinilo y por eso queríamos que el nuestro también. De hecho, yo no tengo reproductor de CDs en casa…
-¿Ah, no?
-Guille: No, todos los CDs que tengo me los paso al ordenador o escucho vinilos. Me quedé sin reproductor de CDs hace dos años. Hice una mudanza y se me olvidó. Y ahora me doy cuenta de que no lo necesito.
-Todo este largo proceso de negociaciones con discográficas dio pie a un apasionado culebrón en Internet. Vuestros fans han estado un año mordiéndose las uñas hasta tener el disco en sus manos…
-Guille: Somos conscientes.
-¿Cómo les pensáis compensar por tantas horas de angustia?
-Guille: (Risas) La compensación es el haber podido entregarles un disco grabado con buenos medios. Un disco profesional, por decirlo de alguna manera. Qué fue de Ellos supera la etapa “maquetera”. No hay que olvidar que el anterior disco lo producimos en nuestro propio estudio. Queríamos algo de nivel y creo que ha valido la pena el esfuerzo, o al menos eso creo.
-Cuando hablas de “nivel”, ¿a qué te refieres?
-Guille: A varias cosas. Siempre hemos trabajado Santi y yo solamente. Trabajar ahora con gente alrededor que te aporta ideas, que te arropa, ha sido maravilloso. O contar con el respaldo de una compañía que te apoya, que te permite hacer la masterización en Nueva York…
-Santi: O poder contratar a músicos que nos acompañen en directo. En el primer disco éramos nosotros dos tocando, en el segundo éramos Guille y yo tocando y además produciendo…
-Guille: Y delegar en otros te relaja mucho y te permite contar con un ojo crítico, una nueva mirada.
-Por lo tanto, a la pregunta qué paso con Ellos podemos responder que habéis crecido como artistas…
-Guille: Hombre, ¡aún no hemos llegado a ser como los Génesis! (Risas) El hecho de que hayan pasado cinco años entre un disco y otro se nota mucho. Hemos cambiado como personas, sufrido otras vivencias. Antes tenía 25 años y me pasada todo el día en un garito metido, ahora tengo 30 y no sé… ¡ahora voy a fiestas privadas! (risas)
-¡Ya sólo pisas la Zona VIP!
-Guille: ¡Exacto, superexclusivo que es uno! (risas).
-¿Y qué habéis perdido en estos cinco años?
-Guille: La frescura del primer disco, como les pasa a todos los grupos. Supongo que es una cuestión de amateurismo, que vas poco a poco perdiendo para ganar en calidad, en letras, en conocimiento...
-Vale, pero sería como decir que la frescura sólo se tiene en los comienzos…
-Guille: Es que para mí frescura y amateurismo van unidos. De hecho, cuando en un segundo disco se quiere mantener esa frescura, el artista fracasa porque le sale forzado y es cuando escuchas aquello de que “ha intentado hacer lo mismo que en el primero pero no le ha salido”.
-Es una afirmación muy severa, ¿no crees?
-Guille: Probablemente, pero cumple con el canon de lo que he visto en la mayoría de los artistas que conozco. Y es una opinión muy generalizada. Le preguntas a alguien por el disco que más le gusta de un artista y siempre te dicen que el primero porque “es más fresco”.
-¿Qué ha sonado en vuestro i-pod en el largo y difícil proceso de gestación del disco?
-Guille: En el 2007 lo que más sonó con diferencia fueron los Carpenters. Cuando llegaba a casa con la cabeza hecha un lío por el quebradero del cambio de discográfica y la producción del disco, me refugiaba en los Carpenters y lograba evadirme por completo.
-Santi: Pues yo ahora mismo no me acuerdo mucho…
-¿Y qué suena en estos tiempos de lanzamiento, promoción…? ¡Y Krakovia no vale!
-Guille: (Risas) Cuando grabo un disco me encanta refugiarme, aislarme completamente. Y rebusco siempre entre los discos antiguos. Una vez concluido el proceso, vuelvo a salir de la madriguera y a investigar. Ahora mismo, escucho mucho a The Magic Numbers y The Ark, que es un grupo sueco que me gusta mucho.
-Santi: Pues yo últimamente estoy oyendo mucho a Abba…
-Como es norma de la casa, volvéis a dedicar el disco a Abba.
-Guille: Siempre. Abba nos ha enseñado un modo de componer y estructurar las canciones que nos ha marcado mucho. El 80 por ciento de sus canciones son el prototipo de canción pop perfecta.
-¿Por qué el grafismo del disco es negro y dorado?
-Guille: Es una combinación que me gustó siempre. Representa ese lujo decadente de los 80, de los anuncios de colonia… Me recuerda ese rollo de querer ser muy lujoso cuando en el fondo es muy cutre.
-El disco tiene 12 temas. Explícame ese fetichismo que tienes por el número 12.
-Guille: Es la típica tontería de cuando eres pequeño y eliges un número porque sí. En mi caso eran el 12 y el 21, que eran días en los que siempre sucedían buenas cosas. Por ejemplo, mi cumpleaños es el 12 de marzo. No sé, es puro fetichismo numérico.
-Vamos con lo estrictamente musical. ¿De qué forma ha contribuido David Kano en vuestro sonido, teniendo en cuenta que es su primera incursión en el pop?
-Guille: Ha influido mucho. El disco de Ellos es una sintonía perfecta entre el sonido potente que David siempre ha cultivado y nuestras producciones. Muchas veces hemos pensado: “Ojalá que nuestras canciones fueran más potentes”. Y este es el momento típico en una entrevista en el que el artista dice que este nuevo disco es el mejor y los anteriores son una mierda… (risas)
-¡Me has fastidiado el titular!
-Guille:¡Qué pena! (Risas) David lo que más ha aportado es potencia. Es un tío con una visión de la música muy clara.
-Santi: Él te monta un bombo y lo pone en el sitio concreto para que suene a toda tralla.
-Guille: Con David Kano y Juanjo Reig hemos podido desinhibirnos, poner los ‘amplis’ a toda mecha… Nos hemos dejado asesorar mucho.
-¿Y qué ha aprendido David Kano de vosotros?
-Guille: Lo que es la melodía. Cuando escuchó la maqueta, le chocaron muchísimo nuestras melodías, decía que eran muy raras… A él la música que le gusta apenas tiene melodía. Y David aprendió a apreciar ese sonido pop clásico, casi ochentero…
-Lo que no ha cambiado es esa maestría, difícil de alcanzar, de componer temas nostálgicos, a veces muy duros, pero que te obligan a bailar en una pista.
-Guille: Es como la cápsula que te tomas cuando estás enfermo. Por fuera es plástico pero por dentro tiene los polvillos. Esto es lo mismo. Es un formato bailable pero estamos contando cosas tristes, revanchistas, un poco hijasdeputa a veces… Desde luego no queremos ser artistas tristes que se recrean todo el rato en su tristeza. Eso es lo peor.
-Santi: Es que en el fondo es así. Cuando haces una canción triste, lo que menos te gusta es envolverla con una guitarra acústica. Es mejor, ponerle un poco de vidilla, de “pumba, pumba”…
-Las letras hablan de las distintas fases en las relaciones amorosas.
-Guille: Básicamente hablamos del desamor. A mí me ha pasado muchas veces el que alguien se enamore de ti porque eres de una determinada manera y luego intentan cambiarte. De eso habla el disco. Y esa agonía de quien sabe que algo se acaba porque no piensa cambiar está reflejada en alguna medida en las letras, desde No te enamores a Paso de ti.
-O sea, que persistís en el “pop cabrón”.
-Guille: (Risas) Cuando sacamos el primer disco, nos incluyeron en la misma corriente que a bandas como La monja enana o Los fresones rebeldes. Y son bandas que tienen letras más ligeras, más naïf, y nosotros somos mucho más contestatarios y nos quejamos de que las relaciones son una mierda. Y ante la típica pregunta de los periodistas sobre cómo nos definíamos optamos por inventarnos lo del “pop cabrón”.
-¿Por qué abrís el disco con un tema instrumental?
-Guille: Es una maniobra un poco arriesgada y que anuncia que el disco no tiene intención de complacer. Se trata de no comenzar con un hit sino con algo que no anticipa lo que te espera después. Además queríamos un comienzo épico para nuestro regreso. Es parecido a cuando una película comienza y suena la música. Uno no sabe lo que vendrá después pero te mantiene atento.
-¿No te enamores es el tema que más ejemplifica el estilo del disco?
-Guille: Puede ser, no lo había pensado así. Pero ahora que lo dices, creo que sí. No te enamores es como el Whopper que te comes y te sienta mal, pero que te vuelves a comer al cabo de un tiempo. Es un tema autoflagelación tras una relación difícil. Siempre te prometes que no te volverá a ocurrir y al final acabas cayendo otra vez en ello.
-Hablemos de Nada más puro. ¿Qué es eso que te hace adelgazar, ser tan feliz y no sentir el dolor?
-Guille:¡El amor! (Risas)
-¿Está usted seguro, señor Mostaza?
-Guille: (Risas) Bueno, esa canción tiene mucha historia por detrás. Era para un musical que escribió Manuel Toledano, que ya sabes que falleció. Fue la primera canción que escribimos de este disco. Y fue Manolo de hecho quien nos incitó a componer de nuevo. Cada grupo invitado tenía que hablar de una droga y a nosotros nos tocó la ketamina, y eso que la odio… A mí me gusta mucho cómo ha quedado. Al principio la hice un poco menos evidente, pero al final creo que ha quedado muy neutra. Sólo la entenderá quien conozca estos temas.
-Hay un tema que me ha llamado mucho la atención por su rupturismo: Berta.
-Guille: Es una canción muy antigua, que compuso Santi hace diez años. Y siempre le comenté que esa canción había que rehacerla, siempre me gustó. El nombre de Berta no es casual, hemos tratado de evitar a toda costa que se llamara igual que alguna amiga que conozcamos. Habla de la gente cuya vida es un desastre y se deja llevar por el camino de las drogas sin medida alguna, sin conciencia. Habla de gente muy perdida que se mete en la fiesta como válvula de escape y cuya vida acaba fatal.
-Y el último tema, He vuelto, ¿es una exorcismo hacia esos cinco años que habéis dejado atrás hasta llegar hoy aquí?
-Guille: Es una respuesta a la gente que nos decía una y otra vez que dónde nos habíamos metido, que si nos habíamos separado o habíamos dejado la música… Les decimos que hemos vuelto, pero que siempre hemos estado aquí, trabajando en otros proyectos, produciendo a gente… Todo eso es consecuencia de la presión mediática. Si no ven tu cara en los medios, parece que has muerto. Y no es así.
-Pero hay un poso de revancha en ese tema…
-Guille: Sí, pero la revancha es una temática habitual en nuestras canciones. Y me gusta que sea así para que quien la escuche crea que va por él y le pique un poco.
-¡Estás siendo muy diplomático, tío…!
-Guille: (Risas) Si apagas la grabadora te diré otras cosas… En el fondo aún somos muy cabrones…
Tras dos conciertos en Barcelona y Madrid para apoyar el lanzamiento, Ellos comenzará la gira de presentación de su tercer álbum en octubre. Permanezcan atentos…
Entrevista por Iván Trash
Ver comentario por DJ Farrow y Disco comentado por Guille Mostaza |